El viaje

El hombre de aspecto senil, muy entrado en años viajaba en el subterráneo, de pie, agarrado del pasamanos se movía lentamente al ritmo del enorme vagón, en silencio con un viejo libro bajo el brazo veía a las personas a su alrededor, en la primera estación vio entrar presurosos al tren, a una joven con un bebé de pocos meses en brazos. El pequeño dormía plácidamente con su pequeña boca entreabierta, la escena produjo gracia al anciano. El tren siguió su andar en medio de la oscuridad, cómo un enorme gusano atravesaba la ciudad hasta la siguiente parada, donde un grupo de jovenzuelos entraron al vagón produciendo un gran bullicio con sus voces y palabras altisonantes, sucios y llenos hormonas, solo se ocupaban de sus cosas sin importarles quienes estaban alrededor. Su comportamiento molestó al hombre pero este permaneció en silencio. Una voz apenas comprensible sonó por los altoparlantes, habían arribado a la siguiente estación en la cual una pareja abordo el vagón, se veían ...